En la anterior entrada vimos que responder a las agresiones verbales imprevistas no es fácil ya que el agresor busca desestabilizarte, y así evitar que des una buena respuesta a su ataque. Seguro que piensas que tienes que aprender a dar una respuesta inteligente a su ataque para así vencerle y quedar por encima suyo. Pero humillar a tu adversario no es siempre la mejor opción.
A veces lo mejor es no responder a la agresión. Por lo menos en los primeros segundos. Está esperando tu respuesta, así que si no la tiene… seguirá esperando.
¿Te gustaría conocer como vencer a tu agresor sin gastar mucha energía?
Evita contestar inmediatamente a la agresión verbal
No contestes a la agresión inmediatamente. No digas nada si no es necesario.
Si el agresor se ve con el derecho de agredirte, tú tienes el de no contestarle. Está esperando tu respuesta, así que si no reaccionas, ganas.
Imagina que estás jugando un partido de tenis. Tu rival golpea muy fuerte la pelota, y te hace correr de lado a lado de la pista, sin parar de correr. No te deja descansar ni un segundo.
Golpea la pelota a una esquina de la pista. Llegas corriendo y devuelves la pelota. Cuando el agresor la recibe, golpea de nuevo hacia el extremo opuesto. Sales corriendo de nuevo, con la poca energía que tienes después de la primera carrera y devuelves la pelota como puedes. El agresor repite la acción y golpea de nuevo al otro extremo.
¿Hasta cuánto tiempo vas a estar corriendo de un lado a otro de la pista?
Cuanto más corras, más te cansas, y más fácil le será cada vez al agresor atacarte y ganarte un punto.
Imagina ahora que te ha ganado varios puntos seguidos de la misma forma. No puedes moverte por el cansancio.
Pero esta vez, en lugar de coger la pelota, y continuar el partido, la coges en tu mano y… te quedas con ella. No haces nada, te quedas mirando la pelota y de vez en cuando miras a tu rival. No continuas el juego.
¿Te puede ganar tu rival si… no continuas el juego?
No te has ido de la pista, solo estás tardando en reanudar el juego. Mientras estás descansando, y pensando como ganarle.
Tu rival se pone nervioso. Está esperando que empiece el juego para atacarte de nuevo. Pero tu sigues con la pelota en la mano.
¿Cómo va a ganarte si no continuas el juego?
Cuando le respondes de forma inmediata a una agresión verbal, el agresor tiene preparada su estrategia para continuar con el ataque. Si respondes, volverá lanzarte una nueva agresión verbal que tendrás que responder de nuevo.
Pero si no respondes… quedará esperando. ¿Hasta cuanto tiempo le dejas esperando? Hasta que se aburra y se busque otro juego.
Cuando está delante de ti tratará de continuar con el ataque, pero cuando las agresiones verbales son escritas, es más fácil utilizar esta estrategia. Tómate el tiempo necesario para responder… no hay prisa.
El primero que habla… pierde
Seguro que alguna vez has jugado a este juego en tu infancia. Se trata de tratar de mantenerse callados sin decir absolutamente nada. Da igual quien se dirija a ti y donde estés. El primero que habla, pierde.
Utiliza esta misma estrategia con las agresiones verbales. Decide cómo y cuándo darás tu respuesta, o si finalmente la darás o no.
El agresor se mantiene a la espera. Si no le respondes rápidamente… seguirá esperando. Y mientras lo hace, no podrá continuar con su agresión. De este modo ganarás tiempo para recuperarte, sentirte mejor y preparar una mejor defensa.
En caso de recibir agresiones verbales por correo electrónico, mensajería instantánea (Whatsapp, Messenger, etc.) o en las redes sociales, ignora la agresión. No la des importancia, porque eso es lo que busca el agresor. A veces la respuesta más efectiva es la que no se da. No contestes.
No siempre la mejor opción es responder.
Me ha encantado el artículo. Lo tomo muy en cuenta. Me hce reflexionar.
Gracias por su ayuda
Saludos
Gracias por tu comentario Juana Maria.
Me alegro que te haga reflexionar. Piensa que tú nunca tienes el problema, realmente lo tiene tu agresor. Eso te hace quedarte mas tranquila cuando te suceda una nueva agresión verbal.