El primer contacto con la educación emocional lo tenemos dentro de nuestra propia familia. Allí aprendemos que sentimientos tenemos, como se comporta el resto frente a estos, que elecciones tenemos a la hora de reaccionar…
Lo importante de este aprendizaje no es solo lo que se dice, sino lo que se hace. Y no me refiero solamente a lo que hacemos y decimos con nuestros hijos, si no lo que ven que hacemos con el resto de la familia y personas con quienes nos relacionamos.
Los niños aprenden por imitación, y acabarán siendo un reflejo de los comportamientos que ven en nosotros.
No hay educación emocional en la sociedad actual
A menudo notamos que los niños y adolescentes actuales, se muestran más irritados, impulsivos, desobedientes, poco respetuosos, etc. No llegamos a entender el porqué de esta situación.
Debemos tener en cuenta que la sociedad ha cambiado muchísimo en muy pocos años. Los padres, en el mejor o peor de los casos, tienen que trabajar fuera de casa durante muchas horas. Disponen de menos tiempo libre para dedicar a sus hijos. Casi no interactúan a diario con ellos porque están muy ocupados. Ya no se dispone de un familiar próximo (abuelos u otros familiares) que eran quienes cubrían este tipo de educación emocional.
Incluso a las familias les cuesta dejar que sus hijos vayan a jugar a casa de otros niños. Quizás por miedo a que pueda pasarles algo o simplemente porque temen que no se vayan a comportar bien.
Esto, unido a la revolución tecnológica, que hace que los niños y adolescentes pasen horas y horas frente a una pantalla (ordenador, vídeo consola, televisión, etc.), provoca que no estén interactuando con otras personas.
La forma natural de trasmisión de este conocimiento emocional, de generación a generación, se está perdiendo. Es necesario que hagamos un esfuerzo en este sentido, para ayudar a nuestros hijos a adquirir algunas habilidades sociales básicas para la vida. Hay que enseñarles a prestar atención a sus emociones y a las de los demás.
La educación emocional consiste en enseñar a nuestros hijos un modelo de comportamiento con nosotros como ejemplo. Tenemos que dotarlos de herramientas suficientes para que se enfrenten a la vida con una mayor seguridad y autoestima.
¿Quieres dar una educación emocional a tus hijos?