Sobrevivir a las agresiones verbales en la cena de Nochebuena, sin que afecte a tu autoestima, o sin lograr enfadarte, puede llegar a ser una tarea imposible.
Sí, se acerca la cena de Nochebuena ¡Horror!
Debía ser una noche fantástica en la que te reúnes con la familia para agradecer que estáis todos juntos. Pero la realidad es que temes ese momento. Sabes que escucharás las mismas agresiones verbales de todos los años, por parte de la misma persona.
Escuché una vez que “los amigos son ese regalo que nos ha dado Dios en compensación por la familia”. Y muchas veces parece que esto es cierto.
Y es que a los amigos los puedes elegir. Puedes decidir si asistes o no a esa cena en la que estarán todos, incluso aquellos que no te caen bien.
Sin embargo, la familia suele ser el regalo sorpresa que conlleva tener pareja. Aquí sí que es difícil evitar la cena de Nochebuena. ¡Tienes que ir!.
¿Quieres saber cómo sobrevivir a la Cena de Nochebuena sin enfadarte… demasiado?
El invitado incómodo que todos tenemos en la familia
Quiero que leas esta historia, e imagines la situación. Ponte en la piel del protagonista, y trata de entender los sentimientos que le generan.
Te encuentras a punto de Celebrar una nueva “cena de Navidad” (Sí…lo sé…horror). Como siempre llegas tarde. Te vuelves a encontrar con toda la familia y tienes el temor de encontrarte con las mismas agresiones verbales durante la cena. Llamas a la puerta de la casa de tus padres y se abre la puerta.
– Hola cariño, os estábamos esperando – pregunta tu madre- ¿Has tenido algún imprevisto?
– No Mamá, ha ido todo bien- respondes con una sonrisa – solamente hemos tardado algo de tiempo en prepararnos.
Tu Tío Luis aparece por el pasillo gritando para que todos puedan oírlo..
– Hombre, por fin han llegado los señores!!!
– Feliz navidad Tío Luis – respondes con desgana.
Tu padre, que escucha el comentario, trata de desviar la conversación.
– ¿Cómo va todo? ¿Y el trabajo? – pregunta
– Bien Papá, bien – respondes aliviado por no tener que continuar hablando con tu Tío.
– Cómo va ir su trabajo, igual que el año pasado… – comenta tu tío Luis con una mueca de burla- A este no le hacen jefe…
Mientras empiezas a impacientarte entras al salón en el que esperan todos ya sentados para cenar.
– Feliz navidad – saludas a todos con un gesto.
– Que alegría verte – te dice tu Tía Luisa – Uy, parece que has engordado ¿no? Te veo más…”hermoso”.
– Me he apuntado al gimnasio el mes pasado y… – tratas de responder.
Pero el Tío Luis, sin dejar te terminar, interviene gritando.
– Pues bórrate porque no te está sirviendo de mucho ja,ja,ja… – comenta mientras se ríe a carcajadas.
– No hagas caso a tu tío – te consuela tu madre – Ya sabes que es un bromista…
¿Te suena esta situación? ¿Has visto algo parecido? ¿Te has sentido alguna vez como el protagonista?
Todos tenemos un “Tío Luis” en nuestra familia, o un cuñado Luis, cuñada Luisa, primo Luis o prima Luisa, etc. Es esta persona que se pasa toda la noche haciendo bromas sobre los demás.
Parecen divertidas, hasta que “te toca a ti”. Entonces ya no te parecen tan graciosas.
Y es que el “Tío Luis” es aquella persona que solo invitamos en los grandes eventos (comida de navidad, bodas, etc.), pero que no suele ser invitado al resto de reuniones familiares. Y no me extraña, ya que nada más aparecer comienza a meterse con los demás y a ridiculizarlos delante de todos.
Analiza la situación
Te propongo una pequeña actividad. Toma un papel y algo para escribir. Es importante que lo escribas en lugar de solo pensarlo.
Después de haber leído esta historia, ¿sabrías contestar a las siguientes preguntas?
- ¿Quién realiza la agresión verbal? ¿Qué o quienes realizan agresiones verbales en esta historia?
- ¿Cómo se realiza la agresión? ¿Qué tipo de agresión es?
Y ahora la pregunta importante.
- ¿Por qué lo hace? ¿Cuál crees que el motivo por el cual el agresor o los agresores verbales se comportan de este modo?
Interesante, verdad, pues aún queda otra más. La pregunta del “millón”. La respuesta te ayudará a ver al agresor como víctima.
- ¿Cuál es el objetivo “real” del agresor? ¿Qué es lo que busca realmente el agresor o los agresores con estos comportamientos?
¿Respondiste a todo? Pues ahora vamos con las respuestas.
Descubriendo al agresor
¿Quién realiza la agresión verbal?
Parece claro que el Tío Luis ha empezado la noche dando guerra. En cuanto puede trata de bromear sobre alguien.
Pero, ¿alguien más realiza agresiones verbales? Revisa la historia si es necesario.
Sí, la Tía Luisa también realiza una agresión verbal, aunque como veremos más adelante, es sin querer hacer daño.
Tipo de agresiones
¿Cómo se realiza la agresión? ¿Qué tipo de agresión es?
El Tío Luis, cada vez que quiere resaltar un comentario, lo dice en alto, o gritando. Pretende que todos le escuchen. Trata de dejar en ridículo a la persona sobre la cual realiza el comentario.
- “Por fin han llegado los señores”
- “A este no le hacen jefe”
- “Pues bórrate (del gimnasio) porque no te está sirviendo de mucho ja,ja,ja”
En cambio la Tía Luisa, solo hace un comentario “cariñoso”, aunque no está muy afortunada con las palabras que elige. Lo hace desde el cariño, o eso parece…
- “Uy, parece que has engordado ¿no?. Te veo más…hermoso.”
El motivo de la agresión verbal
¿Por qué lo hace? ¿Cuál es el motivo por el cual los agresores verbales se comportan así?
El Tío Luis, lo único que pretende es dejar en ridículo a otra persona para que los demás se diviertan. Solo quiere que lo demás lo pasen bien.
Si te fijas, las palabras utilizadas por el Tío Luis son hasta ingeniosas. Claro que si tú eres la víctima, sus palabras no te hacen ninguna gracia.
En cambio la Tía Luisa solo se preocupa por ti “Parece que has engordado…”. No es nada personal, es tan solo un comentario, aunque algo molesto.
El objetivo real de la agresión verbal
¿Cuál es el objetivo “real” del agresor? ¿Qué es lo que busca realmente el agresor o los agresores con estos comportamientos?
Esta es la pregunta más importante para comprender la agresión verbal. Descubriendo el objetivo real, centramos todo el foco del suceso en el agresor, y en lo que quiere conseguir.
En este caso, el Tío Luis, solo quiere llamar la atención. Te utiliza a ti para hacer reír a los demás. Es su forma de decir “¡Eh! Soy el tío Luis y estoy aquí. Mira lo divertido que soy ¿Por qué no me invitáis más a comer?”
Tan solo quiere ser el centro de atención de la fiesta. Quiere protagonismo. Solo que para ello, utiliza al resto de personas poniéndolas en ridículo.
Como has comprobado, no eres tú quien tiene un problema, lo tiene tu agresor.
Y ahora que has analizado toda la situación, ¿te atreverías a darle la vuelta completamente a todo?
Porque ahora que conoces el objetivo real del agresor, la pregunta definitiva es… ¿Puedes ayudarle a lograr su objetivo?
No te pregunto si quieres. Es evidente que tendrás pocas ganas de ayudar al Tío Luis después de todo lo que te ha dicho. Te pregunto si puedes ayudarle.
Te dejo pensando en la respuesta, porque la solución la podrás ver en la siguiente entrada del blog.