Tus palabras influyen en todo lo que hay alrededor tuyo. Cuida las palabras que utilizas porque tienen un enorme poder. Pueden dañar o aumentar la felicidad de quienes te rodean. En tus manos está decidir que tipo de entorno quieres cultivar.
Dia2 #365diasdeagradecimiento
Gracias a «Turi», mi entrenador de fútbol sala infantil, que me enseñó el concepto de animar siempre a los jugadores, hasta cuando fallaban, y nunca criticarlos o despreciarlos.
Recuerdo su frase preferida: «Bien Patxi, bien. Qué bien«.
Nunca le escuché expresiones como «eres un manta», «eres malísimo», «ese gol lo mete hasta un niño pequeño»… y todas estas palabras que acaban hiriendo tu autoestima. Todos los sábados iba contento a jugar, me divertía.
Más tarde entrené a equipos de fútbol sala, y siempre mantuve su filosofía. Daba igual el resultado, o si un jugador había cometido un gran fallo. Siempre encontraba cómo destacar aquello que había hecho bien. Refuerzo positivo siempre.
Otra persona que impactó en mi vida y de la que no recuerdo el nombre completo «Turi», de apellido Touriñan, que estudió en el Colegio Juan XXIII (Alcorcón) y que me enseñó el poder de las palabras y cómo usarlas de forma positiva.
Las palabras positivas te ayudan a ser mejor
¿Cuántas veces te ha dicho una persona lo mal que haces algo?
¿Y cuantas veces lo bien que lo haces?
Todavía encuentras amigos o familiares que te dicen que haces algo bien, pero ¿Y en el trabajo? ¿Cuándo fue la última vez que recibiste un elogio de tu jefe por un trabajo bien hecho?
Las palabras positivas de ánimo, te ayudan a seguir hacia delante. Criticar un error, hace que no vuelvas a intentarlo por miedo a quedar en ridículo.
Cuida tus palabras
Tus palabras, tienen mucho que decir en el comportamiento futuro de quienes están a tu alrededor. Cuida las palabras que utilizas con estas personas.
Las palabras negativas no son como un muelle. Cuando se las dices a alguien para motivarlo, rara vez consigues tu objetivo. Lo normal es que se comporten como un “muelle oxidado”, que una vez apretado, no vuelve a estirarse.
Las palabras positivas hace creer a la otra persona que puede hacer más de lo que hace hasta el momento. Invitan a la superación personal.
¿Qué mensajes envías a tu entorno?
Pregúntate:
- ¿Qué quieres que aprendan tus hijos y amistades?
- ¿Prefieres que tengan miedo o que se atrevan a volverlo a intentar?
Puedes dejar tus comentarios y respuestas aquí abajo. Estaré encantado de compartir opiniones.
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