Pensar que no es inteligente porque obtiene bajas calificaciones es un grave error y bajará su autoestima. Nos preguntamos como mejorar la inteligencia del adolescente, aunque quizás ya lo sea bastante. Tal vez no ha tenido oportunidad de demostrarlo.
Al adolescente no se le enseña a aprender de forma autónoma en la escuela, sino que simplemente se le transmiten contenidos académicos. Cada profesor le transmitirá la información de un modo distinto (exposición, oral, esquemas, ejemplos prácticos, dibujos, etc.), siempre con la misma metodología. ¿Y si la metodología utilizada no se adapta al estilo de aprendizaje del adolescente?
Imagina que tienes que impartir una conferencia a un grupo de personas de diferentes nacionalidades, pero desconoces los idiomas que hablan. ¿Te pondrías a hablar en un solo idioma, sin traductor, esperando que te comprendiesen todos los asistentes?
Pues esto es lo que ocurre en las escuelas. Todas personas no somos iguales, así que no asimilamos la información del mismo modo porque tenemos estilos de aprendizaje diferentes. Es posible que el problema de mejorar la inteligencia del adolescente sea que no la estamos midiendo bien. Puede ocurrir que simplemente le hablen en «otro idioma».
¿Podemos mejorar la inteligencia del adolescente y medirla?
Cuando a una persona se le realiza un test de inteligencia, se obtiene su Coeficiente Intelectual (CI). Esta ha sido la herramienta tradicionalmente más utilizada para determinar el nivel de inteligencia de las personas.
El citado test se basa en la resolución de problemas, series y asociaciones utilizando palabras y números. En función de la habilidad que se tenga en esta prueba, se le considera a una persona más o menos inteligente.
Pero clasificar la inteligencia de las personas de este modo resulta algo simple, teniendo en cuenta la complejidad de nuestro cerebro.
La Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner
En 1983, Gardner estableció una teoría en la que proponía que las personas no solo tenemos una única inteligencia, si no que tenemos varias diferentes. Cada uno de nosotros tiene desarrolladas unas más que otras, por lo que podemos tener problemas en la escuela pero destacar en otras áreas.
Esta teoría es un claro ejemplo de que continuar con la educación tradicional en las escuelas no es suficiente. Gardner afirmaba que estas pueden desarrollarse y potenciarse si se dan las condiciones en el entorno adecuadas.
Un adolescente con niveles bajos de inteligencias Lingüístico-verbal y Lógico-matemática, que son las más valoradas en la escuela actual, podría pasar como un mal estudiante.
Sin embargo podría ser un auténtico genio en alguna otra área. Por ejemplo, un bajo el nivel de inteligencia intrapersonal, puede llevarle a una posible insatisfacción tanto laboral como personal en el futuro. Tendría problemas al enfrentarse a las relaciones sociales, a pesar de ser un genio.
La teoría de los Estilos de Aprendizaje según la PNL (VAK)
Por otra parte, según la escuela de la Programación Neurolingüística (PNL) cada persona tiene un estilo de aprendizaje predominante. Se entiende este como “la manera preferida que tiene de captar, recordar, imaginar o enseñar un contenido determinado”.
Estas formas de capturar la información dan origen a los tres estilos básicos de aprendizaje. El visual (ojo), auditivo (oído) y kinestésico o cenestésico (sensaciones del cuerpo). Cada persona utiliza preferentemente uno de ellos, y absorberá más información según el modo en que la reciba.
Por tanto, no es que tengamos que mejorar la inteligencia del adolescente. La información le llega en un “idioma” distinto al que suele utilizar (por otro canal). Así que va a asimilar más o menos información en función de cómo esta le sea presentada esta.
Las técnicas de estudio tradicionales se basan en leer el tema, subrayar, resumir o hacer esquemas y memorizar por repetición. Pero estas técnicas no sirven para cualquier adolescente. No serán tan eficaces como otras, si tenemos en cuenta su estilo de aprendizaje o sus tipos de inteligencias .
No todos somos iguales, es necesaria una educación personalizada.
¿Pero se puede personalizar la educación?
Los avances tecnológicos empiezan a permitir que podamos recibir la información por varios canales distintos, pudiéndose adaptar a todas las personas. El adolescente se va a encontrar con un innumerable tipo de técnicas de aprendizaje… pero ¿sabrá cuál debe elegir?
Poder identificar cual su estilo de aprendizaje es la clave para poder encontrar, entre el número elevado de técnicas, cuáles se adaptarán mejor a cada persona.
Así que al adolescente le quedará el trabajo de traducir la información que recibe, a un lenguaje y modo de presentación que le sea más sencillo de aprender. Por ejemplo, un adolescente con estilo de aprendizaje visual, deberá transformar un texto en un esquema a base de dibujos (como un mapa mental). Esta conversión hará que le sea más fácil asimilar la información y recordarla.
Recibimos un gran número de información de forma diaria, y además esta cambia a gran velocidad. «Nadie vendrá a traducirle la información» que necesite asimilar. Tendrá que ser el propio adolescente quién realice este trabajo. Padres y profesores debemos realizar un esfuerzo especial para fomentar la autonomía del adolescente.
Pero para mejorar la inteligencia del adolescente, el primer paso es saber cuales son sus tipos de inteligencias más desarrolladas y su estilo de aprendizaje. En la próxima entrada del blog profundizaremos sobre ambos conceptos y explicaremos cómo poderlos descubrir.
El arte más importante de un maestro es saber despertar en su alumnos la alegría de conocer y crear
– Albert Einstein (Físico Alemán) –