Cada vez que te enfrentas a un adversidad, a algún obstáculo en tu camino, comienza una lucha interna entre tu cerebro consciente (aquel que toma decisiones lógicas y meditadas) y el inconsciente (el que toma decisiones pensando en nuestra supervivencia). Seguir adelante puede resultar difícil cuando es el cerebro inconsciente quien gana la batalla y aparece el miedo al fallo. A no ser que utilicemos la “Estrategia de Mario Bros”.
Como medimos la eficacia de nuestras metas y objetivos
La vida no es blanco o negro, puede ser gris. De hecho puede ser gris claro, gris oscuro,… o como diría mi hija, gris ceniza, gris perla, gris…
Al enfrentarte a un reto, o ante un objetivo, piensas solo en términos absolutos. Lo consigo o no lo consigo.
Este modo de medir la consecución de objetivos te llega desde tu época escolar. Cuando te preguntaban cómo te iba en la escuela, la respuesta era “bien … o mal”. De hecho al preguntar por una materia, la pregunta que te hacían era ¿has aprobado o suspendido? Blanco o negro.
Al volvernos adultos, utilizamos este mismo sistema para verificar si estamos cumpliendo las metas que nos habíamos propuesto. ¿He perdido los 10 kilos que quería? ¿He ganado el doble de dinero que el año pasado? ¿He comenzado a hacer deporte 3 veces al día?…
La respuesta, de nuevo, sí o no.
Al lograr el objetivo te sientes feliz y contento, pero…¿y si no lo logras? ¿y si no superas la barrera que te has marcado?
Aquí entra en juego la frustración. El no lograr las metas que te has propuesto, hace que baje tu autoestima.
Además, siempre hay alguien dispuesto a recordarte que «no lo has logrado”.
Para evitar que esto pase, puedes utilizar la “Estrategia de Mario Bros”.
La Estrategia de Mario Bros. Persistencia
Hace unas semanas comencé a ayudar a unas deportistas de un club deportivo de Gimnasia Rítmica. Me entrevisté con ellas porque algunas manifestaban ansiedad durante la competición. Entraban en modo de estrés, y el ejercicio que tenían que realizar no salía como lo habían planificado.
Un ejercicio de Gimnasia Rítmica está compuesto de una serie de dificultades, lanzamientos y giros, que deben realizarse al compás de la música. El hecho de cometer un fallo en alguno de estos aspectos, hacía que las gimnastas se pusiesen nerviosas. Sabían que el número no iba a salir perfecto. De nuevo blanco o negro.
La mayoría de las personas conocen el famoso videojuego de Mario Bros. En una última versión de este juego que se ha lanzado para los dispositivos móviles (Super Mario Run), Mario avanza sin parar por cada nivel reuniendo monedas y alcanzando la meta lo antes posible.
Intentas coger todas las que puedas, aunque a veces se te escapan algunas. Pero eso no te desanima. Pones tu foco solo en coger monedas. No te preocupas por las que pierdes, te concentras solo en coger cuantas más, mejor.
Si por algún motivo, se te escapa alguna moneda, no te giras a ver cómo pasa, ni te lamentas sentándote en el suelo por tu mala suerte. Simplemente “vas a por otra moneda”. Coges todas las que puedes, y al final de la partida, compruebas los puntos que tienes.
Al igual que un jugador de baloncesto, no deja de tirar a canasta porque falle 1 tiro durante el partido, una gimnasta no debe parar de hacer su ejercicio porque no le haya salido una dificultad o lanzamiento.
No se trata de lo que fallas, se trata de enfocarte en “las monedas que puedes coger”.
Así nos ocurre con nuestras metas, nos quedamos simplemente en si las hemos cumplido o no. Pero no nos fijamos en todo lo que hemos avanzado.
Los resultados no son blanco o negro, hay muchos grises oscuros que saben a victoria.